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¿Estas mirando por tu seguridad personal? Con este nuevo aparato, podrás llevar un arma sutilmente escondida en una especie de recipiente para tampones. Se trata de “The Pink Stinger” (el aguijón rosado) que tras un diseño discreto esconde un arma que emite descargas eléctricas de alto voltaje al atacante para aturdirlo.

Esta arma escondida en una carcasa de tampón es lo último en defensa personal y seguridad en la mujer. Cabe en la palma de la mano y su bonito diseño y el olor a esencia floral que emana lo camuflan muy bien.

La descarga es de 50.000 voltios y se activa con un pequeño botón que tiene en la base. Hay dos opciones de descarga:

La primera opción se activa con un simple interruptor. Simplemente, el aparato tiene que tener contacto con el agresor para que comience la descarga. Con este tipo descarga la víctima se desorienta, desmoraliza y queda desconcertada.

La segunda opción, el modo “zap”, utiliza un alambre de 4,2 metros que en las puntas tiene 2 tampones de algodón absorbente que se propulsan con nitrógeno comprimido. La corriente eléctrica pasa al cuerpo fijandose las puntas en la ropa o la piel. Causa interrupción en el sistema nervioso central, la víctima incluso puede orinarse. El alcance óptimo de este modo es de entre 2 metros y 4 metros…


Persona chunga con pintas de violador que recibe una descarga eléctrica del tampón
Las baterías incluidas y el cartucho de nitrógeno comprimido se almacenan cuidadosamente en la cubierta rosada del “zap aplicator” para su facil reemplazo

Se trata de un sistema de seguridad muy bueno para las mujeres. Ahora los hombres tenemos una razón para temer los tampones las otras 3 semanas del mes.

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