A diferencia de las mujeres, cuando los hombres vamos al baño a miccionar, vamos, el mear de toda la vida, tenemos que tener contacto manual directo con el aparato.
Al terminar hay gente que se la escurre y la guarda, otros la agitan para asegurar que no queda ninguna gota y, como podemos observar en estas imágenes del centro comercial "Aqualon" en Huelva que me manda Victor, algunos se la secan con aire caliente...
Después de enfundar y de dejar todo en su sitio, llega la hora en la que si se tiene el mínimo de higiene, se limpian las manos. No todos los hombres lo hacen:
-¡Precaución! "Tu te las has limpiado, este tipo no"