Cuando yo era pequeño, me enseñaron que lo mejor para estudiar, era entender y asimilar lo que estabas aprendiendo. Luego cada uno hacía lo que quería y en los exámenes copiaba quien podía o se atrevía.
Se utilizaban diferentes técnicas cada cual más sofisticada para copiar: Grabar con la punta de un compás en un bolígrafo Bic, chuletas con letra pequeña que las sacabas y ponías entre los papeles del examen, escribirse la palma de la mano, las chicas podían escribirse la chuleta en el muslo con una minifalda... pero, hay veces que lo más sencillo funciona mejor que la sofisticación. Veamos el siguiente ejemplo:
Yo creo que el profesor de esta universidad, o no ve o no quiere ver...
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