A veces no se puede evitar desviar la mirada al prominente escote que generosamente muestran ciertas damas. Es un "vicio" inherente al hombre algo casi instintivo.
Esta actitud se da desde la más tierna infancia.
Y, es que, donde se pone el ojo, se pone la bala (o al menos algunos lo intentan ;-)
4 comentarios:
Pd: tienes publicidad de adsense y al mismo tiempo enlaces a páginas eróticas. Mi consejo es que quites adsense o esos enlaces, sino quieres que Google se enfade.
Un saludo.
Un saludo.
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